
Lo he cerrado y lo he colocado en la librería con una leve sonrisa en los labios y una lágrima medio seca en la mejilla.
Un minimundo más que termina donde empieza la vida sin letras,
una colección de palabras que refugian los sentimientos más variados.
Qué magia esconde una pasta rellena de frases y frases encadenadas sin color ni imágenes,
cuál es el secreto para entrar en cada miniexperiencia.
Hacia tiempo que no lloraba con un final,
tanto que mojé la ultima página,
testigo de mi evasión de la realidad.
En fila uno tras otro se amontonan estos cofres de sensaciones,
sé que hoy acaba y empieza otra gran historia.