18 ago 2013

Cama




Me fui a tu lado de la cama,

como si al aferrarme a las sábanas

volvieras por un instante,

respiré tu olor con tanta fuerza

que me quede apenas sin aliento,

y ahí me mantuve,

acurrucada en una arruga del colchón

con el rostro hundido en la almohada.

 

Y volvías a mi cuerpo medio en sueños,

encerrándome en tus brazos tan tuya

y olvidando cada segundo de soledad.

 

El vacío me devolvió al mundo,

ni olor, ni abrazo, ni nada

 

Ni tú.

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