era un primeros de año,
nadie tenía que esperar para verte,
no había colas, ni bullas, ni cámaras.
A mi me quema la sangre cuando bajas
porque tengo este veneno "morao" que me sube al corazón,
un veneno que alguien me inyectó
y que me hizo tuya,
porque tú nunca defraudas, porque tú me escuchas,
porque no juzgas, porque fuiste juzgado y sentenciado.
Yo creo en tu milagro, en tu palabra,
por eso te sigo y soy tu penitente,
por eso te hablo, te pido, te agradezco.
Por culpa de este veneno me levanto algunos días en los que no quisiera,
cruzo el Arco con la Esperanza en los ojos,
aquella que te lleva en su regazo,
me siento cerca de ti
y allí me haces paz.
Que no me pregunten que siento,
yo solo se mirarte y rezarte,
cuando estas lejos soñarte,
cuando estas cerca guardarte.
Y llegará ese momento
en el que saldré de nuestra casa
a decirle a Sevilla lo que te quiero,
con mi verdad hecha de terciopelo
y mi capa de amor,
con el veneno "morao"
te esperaré a las puertas del cielo Macareno.