Despeiname
Canijo que has hecho sin hacer,
hurgando en mis entrañas,
y yo con sonrisa de payasa enamorada
pintada para la guerra de tus abrazos,
con tus ojazos de vida trasnochada
en mis ojos ebrios de ti.
Soy como una guitarra en tus manos,
rasgada, punteada, afinada con tu sexo,
tatuada en tu pecho con tinta de deseo.
Que has hecho sin hacer
cuando me diste del alcohol de tus labios,
nunca más andaré serena,
cerrando bares por tenerte,
retando a Morfeo por poseerte
y dejarme embaucar sin más.
Qué has hecho que ni el tiempo me importa,
ni el sol, ni las nubes, ni la lluvia,
solo quedarme quieta mientras me despeinas la vida.
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