10 sept 2016

La octava trabajadera


Ha llegado la hora,
una corneta anuncia la levantá,
un mar de plumas blancas avanza
regando la noche de brillo de armaduras plateadas.

En la octava trabajadera un quejío,
una lágrima en forma de Sentencia
cae sin remedio al compás de una chicotá.

Desde el cielo un armao se coloca las sandalias
y se cuelga la medalla,
en forma de costal acaricia el cuello de su costalerito,
ay! mi Juanito cuantos sueños,
cuantas historias te conté.

Paséame orgulloso por Sevilla,
que en un guardabrisas te acompaña mi luz,
mis ojos en la tierra
bajo la octava trabajadera.




No hay comentarios:

Publicar un comentario