21 nov 2021

El día que Dios vino a vernos.


El día que bajaste de tu altar se iluminaron los caminos hacia todas las puertas, 

la Sevilla más olvidada lleno su balcón de fe y esperó en el zaguán tu llegada. 

Llegaste como siempre, 

con la parsimonia del que todo lo puede, 

el que arranca la emoción del alma, 

con el talón descubierto a un corazón que se parte,

y que no olvida ese tramo de calle a calle bajo tus pies. 


Y aquí permaneces, 

cerca de la humildad de los que sabemos sentirte y darte las gracias por llegar a nosotros. 

El día que Dios vino a vernos, 

en la Iglesia resonaron cánticos de alegría y la gente rezaba por las calles y le pedían salud. 

El día que Dios vino a vernos, 

muchos creyeron cuando no habían creído nunca, 

y esa es su lección.

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