La octava trabajadera

Ha llegado la hora,
una corneta anuncia la levantá,
un mar de plumas blancas avanza
regando la noche de brillo de armaduras plateadas.

En la octava trabajadera un quejío,
una lágrima en forma de Sentencia
cae sin remedio al compás de una chicotá.

Desde el cielo un armao se coloca las sandalias
y se cuelga la medalla,
en forma de costal acaricia el cuello de su costalerito,
ay! mi Juanito cuantos sueños,
cuantas historias te conté.

Paséame orgulloso por Sevilla,
que en un guardabrisas te acompaña mi luz,
mis ojos en la tierra
bajo la octava trabajadera.

Mudá

Que solita te has quedado
cuando apagaron las luces,
ya no brilla tu ornacina,
mi virgencita cara de niña
con tu vestido de hebrea,
pareces salir andando
y bajar de tu altar
para abrazar a tu hijo.


Que silencio os aguarda
tras los rezos dormidos de los hermanos,
para preparar el recuerdo de un sufrimiento,
de tus lágrimas de cristal, de sus espinas.


Que solitos estáis en la paz de la noche
esperando el tiempo que viene,
la pasión convertida en fiesta,
el fervor del pueblo que añora
el vaivén de las velas,
el temblor de tu rostro,
la bondad de tu hijo.


Que solitos os dejo
con mi corazón levantado,
con mi humilde fe recién estrenada,
y el alma llena de Esperanza.

Para siempres

Solo se escribirte sin tinta en mis senos,

llevarte dentro de los huesos
con mi vientre chillando tu sangre.

Dando pasos ciegos hacia tu cuerpo
sin querer salir de esta trampa de largas noches,
con los pies mojados de locuras,
con tus palabras de piel y tus labios de vida.

Hacia donde caminan nuestras voces,
nuestros ojos de libertad infinita,
que mas da si yo te canto a gritos
y tu me bailas en una loseta.

Te acercas con las manos limpias de futuro
narrando un cuento de hadas jamas contado,
mientras me hago un vestido de muñeca rota
y me coso los recuerdos con tus promesas.

Cada segundo que pestañeas
nace un Dios en el que creer,
llenas el arca de mis miedos
con la paz de la pasión
de los que creemos en los para siempres.

Sólo quiero

Sólo quiero despertar cada mañana
con tu olor en mi nariz,
no dar un paso sin mirarte
y abrazarte sin tocarte,
hacer una suma de tus restas,
dejar que se me peguen las sábanas
y empujarte para que te levantes.

Sólo quiero una tarde sin prisa,
una noche sin amanecer,
un sofá con las manos entrelazadas,
un sin ti un sin mí,
un enfado con reconciliación.

Sólo necesito un te quiero al día
y todas las razones para sentirlo.

Puta soledad

Puta soledad, inútil, absurda,
vete loca de días tristes,
rondas mis horas más amargas,
y que culpa tienes tú si soy yo
la que se engaña pensando que no duele,
por la puerta de atrás se van los miedos,
las dudas certeras , los días rotos ,
en cada esquina del deseo un recuerdo
y una canción sin ritmo sonando en mi estomago .

Te veo pasar como un reflejo
pero no te quedas porque eres aire
y yo tierra,
me convierto en vino y me bebo ,
desaparezco ...

Búscame

Búscame donde no me puedas encontrar,
en el humo tenue de una calada
o en el grito ahogado de un orgasmo,
llévame atada a tu cuerpo
en la hebilla del cinturón,
déjame abandonada en un beso sin fin,
en las lenguas golfas
en las noches etílicas ,
róbame los días que no quiero ahorrar más horas.

He agotado la locura buscando la cordura,
ya no vale luchar contra las dudas,
y bailar bajo la lluvia sin mojarse,
hacer cosas que dejé de hacer por crecer.

Encender de nuevo el fuego del alma
y arder hasta iluminar la noche.

Ya estas aquí

Ya llegó el momento en el que me agarré a tu almohada,
me dormí con tu olor pegado a mi sien
porque no tuve más remedio que retener tu recuerdo.

Ya te tengo invadiendo mis desvelos
y en mi cuerpo tus huellas cada vez más profundas,
ya no puedo escapar, no se cómo lo hiciste, no se cómo lo hice,
pero ya estás aquí enredado en mis noches,
inevitable y peligrosamente dentro.

Despeiname

Canijo que has hecho sin hacer,
hurgando en mis entrañas,
y yo con sonrisa de payasa enamorada
pintada para la guerra de tus abrazos,
con tus ojazos de vida trasnochada
en mis ojos ebrios de ti.

Soy como una guitarra en tus manos,
rasgada, punteada, afinada con tu sexo,
tatuada en tu pecho con tinta de deseo.

Que has hecho sin hacer
cuando me diste del alcohol de tus labios,
nunca más andaré serena,
cerrando bares por tenerte,
retando a Morfeo por poseerte
y dejarme embaucar sin más.

Qué has hecho que ni el tiempo me importa,
ni el sol, ni las nubes, ni la lluvia,
solo quedarme quieta mientras me despeinas la vida.

Dibujar la paz

Cerrar los puños y callar ,
coger un lápiz de libertad y dibujar el cielo
donde ellos están .

Que más da si Dios o Alá,
hijos de una madre , hermanos de tierra .

No callarán los trazos desdoblados del sufrimiento,
las lineas curvas ensangrentadas
con las que se han manchado las manos.


Un minarete llora una muerte injusta
porque un día fuimos mezquita grande , pueblo grande,
pueblo que no son ellos ,
locos de resentimiento,
venganza en nombre de quién .


Levantar la cabeza y seguir andando
con el corazón en las manos,
unidos por la razón y la voz de una sola fé,
la fé de la paz .

Frío

Tengo frío

y voy andando sobre mil cristales rotos,
las lágrimas son parte de mi cuerpo
y se han quedado grabadas en mis mejillas.

Tengo una tristeza clavada en el alma

cómo agujas ardiendo,
no puedo cerrar los ojos
porque en la oscuridad te pierdo,
no dejo que el sueño entre
con sus dulces balanceos,
se me ha helado el corazón
con tus palabras de escarcha.

A la razón le pregunte porqué,

no supo contestarme...

Sin ti

Como llegar a un abismo y dar un paso sin mirar,

acostarse en un lecho de espinas,
salir a la fría mañana despojada de vestiduras.

Es como llorar un océano de soledad

y arrancarse el alma con las estrellas,
beber un desierto de tristeza
y no poder asir la mano del amor.

Estar sin ti no es comparable,

no se puede igualar a ningún vacío,
como quitar la luna del cielo
y dejar la noche en su oscuridad.

Estar sin ti es cómo estar sin mí,

sin ser, sin vivir.

Humana

Soy de piel de poema,

de huesos de cera fundida,
de sangre de lluvia de otoño

Soy humana con senos de vida
y ojos de soles atardeciendo,
vivo como mujer pero sueño cómo pájaro
porque vuelo sin alas contra el viento,
soy persona sin serlo
porque amo cada segundo que me pierdo en ti.

Soy humana,

aunque la humanidad es tan pequeña comparada con nuestro amor.

El país de las maravillas

Hoy la luna está sonriendo como el gato de Alicia,

la veo desde la ventana
pero yo no sonrío,
tumbada en la cama mirando la oscuridad absoluta,
a mi lado se ha quedado tu olor
certero y amenazante,
por mucho que intento escapar me atrapa.

Quisiera darte una solución fácil,

darme a mi una vida más fácil,
enseñarte el país de nunca jamás,
y tener respuesta a todas tus preguntas,
pero caigo al vacío sin red
estrellándome contra la realidad.

No encontraré esta noche

el camino de vuelta del país de las maravillas.

Levantá

Te he visto, colocarte el costal y la faja,

con una marcha de virgen de fondo
te has metido bajo las trabajaderas,
he sentido ese dolor mezcla de alegría y sufrimiento
cuando ha recaído el peso sobre tu cuello.

Una lágrima ha resbalado por mi mejilla

porque he visto cómo tus manos agarraban la madera
haciendo un sobre esfuerzo humano,
que apenas con el alma te elevabas
mientras tus pies a ritmo acompasado
seguían la cadente melodía de un clarinete.

He callado por un momento ,

para escuchar el quejío de la levantá
al tercer golpe del llamador.

Mentira

Una mentira en cada esquina de tu recuerdo,
palabras que vagan sin rumbo por mi cabeza,
caricias que se convirtieron en sangre de arañazos al alma.

Dejar morirte como el día, bajo una losa y que no salgas de ahí,
tanto daño de una vez,
tanta falsedad en tu boca y en mis ojos tanta ceguera.

Una mentira sin más, una amor menos.

Obsesión

No se si llamarte obsesión,

estas clavado en mi sien cómo fuego,
en la comisura de mis labios como ambrosía,
entre las sábanas susurro tu nombre
inconscientemente atrapada por una necesidad creada.

La madrugada me ha traído tu recuerdo

en forma de estrella
y me alumbra los senos desnudos,
el deseo se convirtió en caricias sin forma,
me rendí ante el sueño buscando tu cuerpo.

Ya no estás

Te has ido sin querer,

como todos los días,
me has dejado con la incertidumbre de la noche,
sola con mis pensamientos a oscuras.

Te has escondido detrás del mundo como un cobarde

porque no tienes valor para enfrentarte a ella,
la que te espera blanca y sonriente,
y nunca llegas.

Me he topado con mis mil verdades,

con mi yo más callado, con mis voces más profundas,
y he escuchado melodías sin sonido
que me transportaban a otra tierra.

Y tú ya no estas,

has muerto para mi otra vez
con las primeras estrellas de mis ojos.

Nosotros

Tumbada en la doblez de la noche

espero que llegue Morfeo
con su melodía de sueños rotos,
te busco dentro de las horas oscuras,
tú entiendes mi alma encendida

con letras en el precipicio del mundo,

me has hecho ser nube
y floto en tu madrugada,
llévame a la orilla de tu cuerpo
con un verso sencillo...

No me culpes

No me culpes,

porque anoche te busqué en la necesidad,
encontré un lecho vacío,
un alma llena,
demasiado espacio para respirar.

Me baje del mundo cuando aún daba vueltas

y tropecé en ti,
cerré los ojos y seguí viendo luz,
entonces me abracé a la nada de tu no recuerdo,
y me hice de esperanza para tenerte.

Reflejo

Apagué la luz,

y en mis pensamientos apareciste inevitable
como el paso del tiempo,
te recuerdo aunque no te he vivido aún
como si vinieras conmigo,
a cada paso hay un detalle con tus gestos,
esos que para mi no tienen movimiento.

Una letra que cada mañana me da la sonrisa,

un deseo efímero que no tiene un principio,
cada momento más vivo
sin estar presente.

Me he encontrado sin buscarme,

delante de un espejo
mi reflejo tú,
mi atardecer, mi amanecer,
mis horas con tus horas.

A veces creo que siempre has estado ahí.