No se si llamarte obsesión,
en la comisura de mis labios como ambrosía,
entre las sábanas susurro tu nombre
inconscientemente atrapada por una necesidad creada.
La
madrugada me ha traído tu recuerdo
en forma de estrella
y me alumbra los senos desnudos,
el deseo se convirtió en caricias sin forma,
me rendí ante el sueño buscando tu cuerpo.