Estoy mal
si estás
mal,
porque este
hilo transparente que nos une
es fuerte
como el acero,
y aunque no
quisiera me dolería,
aunque
cerrara los ojos te vería.
Te llevo a
cuestas en mis costillas
como una
Eva sin paraíso,
no quiero
libertad sin tus brazos
ni vida sin
tu aliento,
arráncame
si gustas el alma
hasta que
lloren las estrellas,
esta noche
es tuya...
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