Derrota

El alma ,confinada al abismo de piel y hueso

intenta refugiarse en pensamientos,
cansada de ocultarse de sus verdades intenta revelarse y así fugarse,
busca salidas , nunca las encuentra , recorre el abismo y se lamenta.

Consumida por la ira se desvanece

y ya desesperada encuentra solo lágrimas de derrota.

Cansado de mirar para otro lado,

y de refugiarme en falsas esperanzas,
intento despertar y revelarme.
rompo cadenas desesperado,
y así poder correr hacia tu lado.

Pero tú , sólo ilusión , te desvaneces,

dejándome vacío y casi inerte.

(Derrotada ante este regalo...)

Escapémonos

Escapémonos de este infierno de barro

con figuras de metal oxidado,
hacia un paraíso de palacios de cristal sin ventanas.

Escapémonos de lo mundano y lo yerto,
de los jardines sin escarcha con flores de cera
con una maleta de recuerdos nuevos.
Huir del vacío de los días grises,

de las falsas sonrisas anacaradas
y del amor envuelto en algodones.

Escapémonos del hastío de las noches con sueño,
del sueño sin realidad,
de los cantos de sirena en océanos de dudas.

Escapémonos, aunque sea un momento
a una esquina de nuestras vidas,
sólo por ser libres.

Lunática

Lunática, histérica, autista, sola,

no encuentro el lugar ni el hecho,

ni el fin ni el medio,

el camino más corto hacia qué,

porqué me hablas sin saber qué decir.

A través del espacio que hay entre esta vida

y la qué pudiera ser no hay agua para nadar,

no hay ruinas de la catástrofe,

todo se lo llevo el levante,

el alcohol, las rimas a destiempo,

se consume una llama que nunca existió

quemando lo que no arde.

A través de un espejo Alicia ya no quiere cruzar,

el mundo irreal esta fuera.

Cierro el cuaderno,

ya no caben más lamentos.

Cansada

Más cansada que la vida,

de escucharme, de escucharte,
de vivir en un péndulo de lado a lado.

Cansada de la gravedad de los días de no tocar el suelo,
vivir en cero mirando las manos vacías.

 He tenido que levantarme

y agarrarme a una pared de dudas
derrumbada la pared, mis dudas desnudas.

He planteado una resta de tu recuerdo,

de mis lagrimas, de los trastos rotos en el camino.

Cansada de esperar ese tren sin vías

que me lleva a ninguna parte.

Podría estar mejor,

menos cansada de mí y de mis entonces,
de los porqués sin respuesta,
de las puertas abiertas a los abismos,
de los vicios, de los falsos.

Demasiado cansancio en un metro cuadrado.

Ser nube

Agoté los días y las noches

rompiendo las madrugadas en trozos de lágrimas,
subí a muchos cielos sin Dios,
cuando nada importa todo es grande,
hasta el susurro de una hoja al caer estremece.

Quiero encontrar un porqué a un cómo,

saltar al vacío sin pensar en la red,
sentir y sentir, 
dejarme llevar al abismo de tus ojos,
ser amanecer y dar vida,
llenar los espacios de este absurdo andar.

Cuando las letras me encuentran soy libre,

capaz de dar pies al mundo y correr,
hacerme brisa, y ser nube...

Olor

He dejado tu voz colgando en un hilo

al filo de mi vigilia,
tu olor a luna llena en mi vientre y en mis senos,
te he llevado en un bolsillo de mi abrigo
donde nunca hace frío,
te he cantado al oído una melodía de sirenas...

Es pequeño el tiempo en tus días

y es tan grande el deseo...

No noche

Esta noche he olvidado que es de noche,
es cómo una mañana, con su despertar.

Me iría a hacer cualquier cosa...

Entraría por tu ventana para ver cómo tú sí duermes,
y me reiría,

de mí y de mi locura.

Esta noche la rompería a trocitos,
y me la comería con su luna y sus estrellas,
y llegaría el amanecer,

y yo empachada de noche pero sin dormir.

Esta noche será un día sin sol, sin día, sin noche,

con un maldito reloj tic tac en mi oido,
sin principio y sin fin.

Mi no noche...

Nada

Qué hago con este sentimiento,

dónde lo dejo enterrado para que no salga,
a borbotones se me inundan los lagrimales.

He intentado pensar en el mundo sin ti,

aunque hace tiempo que tu dejaste de estar en el mundo,
aún así no es fácil, esta tristeza no es fácil,
cada roce, cada palabra, cada recuerdo,
por corto que sea es tan grande,
no me preguntes porqué,
no tengo respuestas verdaderas,
sólo tengo nadas, nadas vacías.

Yo quería sencillez, risas, letras y música,

camas con abrazos y besos,
poco a poco ni risas ni música, mis letras,
muy pocos besos, unos cuantos abrazos.

Estoy perdida,

perdida sin ganas de encontrar ningún camino,
sólo esperándote en otra vida.

Mierda

Vete por la puerta de atrás

que no te vea nadie salir cobarde,
déjate dar dos ostias por la vida,
déjame,
no te lleves ni un aliento,ni una letra,
acuéstate de día y te tapas la cabeza con tus sombras.

Ya no entiendo ni quiero ni sueño por tus besos,

muertos, desiertos...
No seré más tu nena, tu chica, tu salvadora,
tu sparring de piel morena,

Vete que no te escuche,

que no te mereces un sólo soplido de mi boca,
llévate tus mierdas y tus noches sin luna.

No me queda veneno para matarte.

Levedad

Abrazar una levedad insoportable,

dejarse llevar por el inexorable paso del tiempo,
abrir las manos para no asir nada,

vacío y silencio.

A veces se hace la luz y veo,

atisbo lugares que están ahí siempre,
se van mis sueños sin saber a donde.

Paisajes de vidas que se cruzan en caminos sinuosos,

te encontré y entre tanta locura hallé cordura,
te hice de tiempo y te atrape en mis noches
llevándote en mi piel y en mi aliento.

Ahora bebo lunas con tu nombre ,

añoro el segundo que transcurre
entre tu palabra y mi boca,
tu boca y mi verso,
mi indeciso poema...

Herida

En tu risa encontré la paz,

en tu melancolía mi tosco reflejo,
en las noches encontré dulce lujuria,
tu sexo tan mío como el mío tuyo,
mi piel se encerró en esta espiral
de no poder respirar sin tu roce,
apreté los dientes porque siento demasiado
para ser real,
me deje caer en el abismo de días sin ti,
esperándote cómo el cancerbero a las puertas de mi infierno,
para quemarnos de deseo.

Ahora te veo en cada esquina de mi vida,

y no imagino un hueco sin tu voz,
te quiero en mis talones cómo flecha de Aquiles,
herida sin remedio de amor...

Estoy mal

Estoy mal

si estás mal,

porque este hilo transparente que nos une

es fuerte como el acero,

y aunque no quisiera me dolería,

aunque cerrara los ojos te vería.

 

Te llevo a cuestas en mis costillas

como una Eva sin paraíso,

no quiero libertad sin tus brazos

ni vida sin tu aliento,

arráncame si gustas el alma

hasta que lloren las estrellas,

esta noche es tuya...

El día que me quieras

¡El día que me quieras!

dijiste a voz en grito,

mis ojos ebrios y encorvados

miraron para otro lado para no hablar,

para no decirte tal vez una verdad,

para no mostrar mi alma embaucada.

 

Desde el sillón me mirabas y yo reía,

no me preguntes porqué no hablé,

tengo miedo de la profundidad de tus ojos,

tengo miedo de mi locura.

 

Mi tinta confiesa y desvela

mientras mi cuerpo se revela...

Contigo

En esta noche, como en cualquier noche

me pierdo en un silencio de nubes rotas,

me desplazo hacia tu vacío buscando calor,

son las doce en mi corazón y tengo que cobijarme.

 

En un rincón de mis recuerdos te encuentro sentado

leyendo un libro sin título,

me miras con tus ojos de cielo y sonrío.

Cama

Me fui a tu lado de la cama,

como si al aferrarme a las sábanas

volvieras por un instante,

respiré tu olor con tanta fuerza

que me quede apenas sin aliento,

y ahí me mantuve,

acurrucada en una arruga del colchón

con el rostro hundido en la almohada.

 

Y volvías a mi cuerpo medio en sueños,

encerrándome en tus brazos tan tuya

y olvidando cada segundo de soledad.

 

El vacío me devolvió al mundo,

ni olor, ni abrazo, ni nada

 

Ni tú.

Batalla

Que más da si la noche sólo es un tránsito hacia el día,

y sí el día pasa mientras muero,

muero porque no es vivir,

porque es llevar un saco de tristeza en los hombros

que no hay donde volcarlo,

escribo lo que mi voz no es capaz de gritar

y lo que mis lágrimas ya no pueden llorar.

 

Me rindo en esta batalla,

me dejo clavar la espada de Damocles,

te llevaría a cuestas hacia el infinito

si mi alma no fueran jirones,

si mis pies no fueran de mármol

arrastrados por tu recuerdo.

 

Ya no quiero ganar nada

solo salir de este infame dolor.

Aún

Es la madrugada confesora de mis más ocultos secretos,

entre sábanas arrugadas tu inevitable aroma,

la incapacidad de vencer mis instintos, doblegarlos,

te añoro en el doblez de la noche,

aún cuando nada parece ser te escapas

y no te quedas inmóvil.

 

amor, deseo, anhelo,

dale un nombre y te seguiré...