Que el mundo baile a este son de no tenerte,
de nunca haberte tenido,
de sólo haberte rozado con la punta de los dedos.
Ya no me duele la espalda porque estoy recogiendo los trozos de un alma que dejé por el camino,
de tanto agacharme por un corazón tirado por los suelos,
de tanto intentar agarrar un sueño que cada vez se hundía más.
En nosotros,
en que había un sentimiento de verdad,
en las palabras escritas,
en los nos vemos pronto,
en los ya mismo que no llegaban.
Un vente que te echo de menos,
un me quedo contigo un día más,
unas vacaciones sin pausas,
una explicación a tiempo.
Creer, querer y esperar,
cuando nada tiene sentido
y no hay respuestas a ninguna pregunta.